miércoles, 15 de septiembre de 2010

II.- Barranca del Muerto, entre Insurgentes y Revolución...Última reflexión hipster

La marimba en una plaza empedrada, rodeada de árboles y ver a la gente caminar.

Las ventanas altas con filo de cantera, en una casa color azul eléctrico rodeada de nopales.

El cilindrero, el pajarero y el afilador. No incluir en este rubro al que vende tamales oaxaqueños.

Los buñuelos con miel de piloncillo, los chiles en nogada y el tequila añejo.

Las tornabodas, los chilaquiles y el asesino Payaso de Rodeo.

La Selección Nacional aunque pierda.

Jorge Negrete, Joaquín Pardave, Pedro Infante y Maria Felix.

Paseo de la Reforma en Navidad.

Los Reyes Magos en La Alameda.

El América, los Pumas y Las Chivas. Y todo lo que conlleva.

Miss México, XE-TU, Chiquilladas y Cachún Cachún Rá Rá

El 12 de Diciembre de cada año.

Queso Nochebuena y tortillinas Tia Rosa.

Oir el Himno Nacional.

El Informe Presidencial y los besamanos.

Los Miguelitos, Cazares, Chocorroles y demás porquerías necesarias.

La cochinita pibil, los tacos al pastor y una orden de costilla con queso.

Los Multicinemas Viveros y Chiandoni.

Danesa 33, Burger Boy y la Vaca Negra.

Zabludovsky narrando el temblor.

Los festivales OTI y Siempre en Domingo.

Los volcanes nevados en diciembre.

El Castillo de Chapultepec, iluminado.

Chichen Itzá, Tulúm y el Tajín.

Siqueiros, Rivera, Tamayo y Dr. Atl.

El desierto de Coahuila, la Cola de Caballo en Nuevo León y la cajeta de Celaya.

El Ajusco y sus quesadillas.

El Baazar del Sábado en San Angel, el Café La Parroquia en Veracruz y el Valle de Guadalupe con su vendimia.

Renuncio a perder mis recuerdos. Renuncio a perder mi historia. Renuncio a no sentirme orgullosa de ser mexicana. Renuncio a festejar a mi país solamente por su Bicentenario de Independencia. Renuncio a ver con tristeza el futuro. Renuncio a ser apática ante este derrotismo general. Tengo muchas cosas porqué sentirme feliz. Y tengo muchas cosas porqué seguir pensando que recuperaremos la paz. Tanto en las calles, como adentro de nosotros mismos.

"Un soñador en cada hijo te dió"...

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